martes, 13 de agosto de 2013

Paralelismo

En un mundo paralelo, existe una YO que eligió otro camino, fue por otra ruta, y llegó a otro VOS. Mundos paralelos existen muchos pero, sin embargo, yo sólo recuerdo éste. Alguna remembranza de tu sonrisa, como conocida, algún vago recuerdo de tu mirada, como importante, como impactante, como cercana. Tu olor no lo conozco, y eso me llama la atención, porque es lo primero que logro reconocer en alguien. El olfato es el sentido más primario, y aunque el tabaco me lo aplaque, lo he desarrollado en cuestión a pieles. El sonido de tu respiración es un misterio, no sé si es actuación, o tiene muchas facetas. En ese mundo paralelo reímos seguido, y viajamos mucho en tren. No existen los horarios que determinen cuándo verse, ni a qué hora dormir, y eso nos beneficia porque los dos somos muy espontáneos. Tampoco hay declaraciones sociales sobre la locura, lo femenino, lo masculino, lo correcto,etc, y eso nos alivia profundamente. No es de hombres o de mujeres una acción, no queda mal usar ropa intercambiada, ni sonar afeminado, o machota. En aquél mundo somos más fuertes, nadie nos puede maldecir de ojo, o atraernos hacia su conflicto, entonces no nos cuidamos con la gente, y sonreímos, y miramos directamente a los ojos, sin temor a ser carne de cañón. Vos podés usar tus múltiples voces, y yo puedo usar mis múltiples personalidades, nadie nos critica porque todos lo hacen, y nadie se sorprende por eso. Allí no es normal que la gente tenga UNA VOZ, UNA PERSONALIDAD, UNA IMAGEN, UNA FORMA DE PENSAR...las personas varían como el agua de mar, a veces más espesa, a veces más transparente, a veces más salada, a veces más azul. No te sentís más solo, y yo no vuelvo a sentirme frágil. Somos libres. De verdad.