miércoles, 16 de mayo de 2018

Ego defeated

Hemos sido inútiles controladores de situaciones. Eso se ha acabado. Las cosas más bellas suceden cuando dejamos de controlar, y habilitamos al misterio de la vida, al Gran espíritu, a eso otro, a lo desconocido, lo habilitamos a darnos mensajes, a hacer milagros, a mostrarnos verdades, a ayudarnos a poder escuchar nuestra propia voz. Lo inesperado, las sorpresas, lo bello, lo ocurrente, sucede cuando dejamos de obturar nuestra vida con planes anteriormente planificados, con planes de planes, con horarios, con cronogramas, con cosas tan perfectamente estipuladas que no hay espacio para nada mágico, nuevo, fresco. Nada. Debemos permitir más espacios fértiles para la sincronía, para lo absurdo, para lo gracioso, para la reflexión, para el descanso, y para esa respuesta que estamos esperando hace mucho. La que tenemos ahí, en la mente, en el cuerpo, en la punta de la lengua, pero no dejamos que salga, por controlar siempre el cómo y cuándo de todo. Habilitar también a que el otro, quien nos acompañe, se exprese...


Más silencio
Más meditación
Más respiración
Más introspección
Más escucha...

= Eje

= Fortaleza

=Templanza


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